FLECHAS ENVENENADAS

Dos hermosas e inmensas lunas,
estrellas parpadeando que atrapan al chispear
Saetas aniquilándome,
flechas envenenadas  que vuelan hacia mí.
Son el universo completo,
dos ojos preciosos que al mirarme
hacen burbujear la sangre y  a borbotones,
peregrinan lento todo mi cuerpo.
Dardos que  pervierten mi ser,
 con  un veneno  mortal,
tan letal que  me mataron de amor

en un instante y para toda la vida.
Su mirada es mi cielo donde revoloteo,

mi  mar, donde en su marea me zambullo,

y entre las olas de su parpadeo, me ejecuto.
Sus ojos, tan bonitos y mortales,
engalanados de mirada pasión pura,
como un hechizo de bruja,

que transporta hasta  esa alma desabrigada

para mansamente  arroparla.
Mirada asesina, flechas envenenadas
que atinaron  con su culatín
 en la médula de mi corazón
llevándoselo integro, como botín de caza.
Luceros del alba
que brillan en mi cielo en la alborada,
pócima que me da calma,
ojos de cielo, profundidad de la mar calma,
en los que vuelo y  me sumerjo
con los que cada noche sueño y  perezco.  
Ella es mi asesina serial, la de mirada profunda,
 de ojos preciosos,  espejos de su alma y corazón
que se muestran  a mí, siempre desnudos.

©2020 Miriam Santillán, Córdoba, Argentina.

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